domingo, 21 de febrero de 2010

Going Home

Hay ocasiones en las que tienes la sensación de "haber vuelto a casa". Esa sensación no está relacionada en absoluto con un lugar físico, sino con cómo te sientes. Es un estado absolutamente maravilloso, en el que las cosas están donde tienen que estar y tú te encuentras tranquilo, seguro, cómodo. Como si toda tu vida y las cosas que te han pasado te llevarán a ese punto Omega. Eres feliz, absoluta e irremediablemente.
Pues bien, ayer experimenté esa sensación durante cerca de una hora. Una maravillosa hora que exprimí con una necesidad irracional, que no están los tiempos para desaprovechar oportunidades de ser feliz...

Lamentablemente, acabó. Y me temo que los puentes que me llevan a ese hogar hace tiempo que no son transitables. El de ayer fue un regalo excepcional al que aún ahora no acabo de renunciar. Pero voy a tener que abrir los ojos. Y seguir haciendo mi camino con la vana esperanza de volver a encontrar mi Ítaca...
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SUS...PIRO

Tanto aire exhalado sin sentido... intentaré hacer algo productivo con él y convertirlo en palabras.